Lo que te Venden y no te das Cuenta
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Bogotá, 1 de agosto de 2025
Aparentemente todos tienen personalidad… hasta que te das cuenta de que se visten, hablan, comen y se comportan igual.
Hay algo que me viene dando vueltas en la cabeza y no he podido ignorar:
siento que se nos olvidó lo que significa tener personalidad.
Vivimos en una era de hiperconexión, donde es posible saber en segundos qué hacen, comen, visten o consumen personas en cualquier parte del mundo. Y aunque eso puede ser fascinante, también ha traído un efecto secundario inesperado:
nos estamos volviendo todos iguales.
Es como una “involución”: en vez de crecer hacia versiones más auténticas y únicas de nosotros mismos, estamos evolucionando hacia una estética homogénea, hacia un comportamiento que se repite en masa.
Ahora la mayoría de personas en sus 30’s están dedicadas al running o al yoga, las mujeres tienden a tener todas las uñas largas (muy largas) con diseños espectaculares, el matcha llegó a muchos hogares.
No son cosas negativas…
Pero ¿por qué todos al tiempo?
¿No les parece que si alguien de repente menciona que le gusta algo poco común, la reacción inmediata es pensar que esa persona es rara?
Por ejemplo: conoces a alguien que es aficionado al ajedrez, que colecciona tazos de Pokémon, que le gusta la música K-pop, que su comida favorita es la africana. Te saca un poco de contexto, ¿verdad?
Volvamos a la base.
“Personalidad” viene del latín personalis y se refiere al conjunto de rasgos únicos que nos hacen quienes somos.
En esencia, es aquello que nos distingue.
Lo irónico es que, en la era de la individualidad, estamos perdiendo justamente eso: lo que nos hace únicos.
Hace poco me quedé pensando en cómo venden la mayoría de marcas.
Hay algo en su estrategia de marketing que me incomoda.
Venden desde la urgencia de pertenecer, no desde el orgullo de ser tú.
Por más de que las alianzas con influencers sean cool, el mensaje (consciente o no) que mandan con ellos es claro: “la gente cool usa esto; si no lo tienes, estás quedado.”
Y yo me pregunto:
¿De verdad te gusta eso que venden?
¿De verdad lo necesitas?
¿O simplemente estás queriendo demostrar algo?
Cada vez que veo este tipo de comportamientos en redes, me incomodo mucho.
Y ahí es cuando lo confirmo:
A la gente se le olvidó tener personalidad.
Aparentemente la tienen, porque tienen lo último en tendencias, pero si te pones a pensarlo bien… están muy lejos de tenerla.
No estoy en contra de las tendencias en sí mismas (bueno tal vez un poquito sí). Lo que me incomoda es la forma en que nos absorben hasta hacernos olvidar quiénes somos.
Últimamente nos venden pertenencia, pero no autenticidad.
Y creo que nuestro anhelo no debería ser pertenecer sino conectar.
Parece que para pertenecer tuvieras que cumplir con ciertos requisitos. Pero para conectar, solo tienes que existir.
Creo que solo así podemos vivir una vida que realmente se sienta propia.
Una vida rodeada de gente que tenga ideas propias, que se vista como le dé la gana, que se atreva a ser rara, excéntrica, fascinante.
Que no tenga miedo de gustarse a sí misma, aunque no le guste a todo el mundo.
Porque eso, y no otra cosa, es tener personalidad.
Recuerda esto:
No necesitas que te den un manual de instrucciones sobre cómo deberías ser o comportarte.
Necesitas adueñarte de tu vida, de tus gustos y de tu identidad.
Solo así echarás raíces firmes que te sostengan.
Si no, bastará una brisa para hacerte dudar de quién eres.
Gabi